Este es el blog del taller de Recopilación de la Historia de Beniaján, una experiencia desarrollada entre los años 2010 y 2015 en la Escuela Popular de Beniaján. Participó en ella un nutrido grupo de personas del pueblo que, día a día, dieron constancia de su tiempo y de su memoria para que su voz no se pierda. En 2016 publicaron el libro "Beniaján y sus gentes. Un paseo por la memoria", recogiendo parte de su investigación. Este trabajo ha tenido continuidad y se ha consolidado en el Centro Cultural de Beniaján a través de "Conoce tu localidad", taller que sigue activo hasta hoy, recopilando aspectos sobre el patrimonio y la historia de Beniaján.

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miércoles, 24 de abril de 2013

La estación de la cultura y la convivencia



Esta mañana se ha inaugurado la rehabilitada Estación de Ferrocarril de Beniaján, proyecto que ha llevado a buen término el Centro de Acción Comunitaria Intercultural (CEPAIM) con la colaboración de las tres administraciones y gracias a la cesión realizada por empresa ferroviaria ADIF como propietaria de las instalaciones. El edificio principal albergará desde ahora las oficinas de la fundación, mientras que el muelle y la nave de carga se utilizarán para desarrollar actividades culturales, ofreciendo CEPAIM a cuantas asociaciones y colectivos de nuestro pueblo que lo deseen, la posibilidad de utilizar estos espacios para el encuentro social y artístico. ¡Qué hermosa y apasionante iniciativa!

Resulta además especialmente simbólico que el acontecimiento coincida en este 2013 con el 150 aniversario de la apertura de la primera línea de ferrocarril que pasó por Beniaján (la de Murcia-Cartagena, inaugurada el 1 de febrero de 1863). Quizá sin pretenderlo, lo que hoy ha sucedido se convierta en la mejor forma de conmemorar la efemérides en nuestro pueblo.

Desde el Taller de Historia de Beniaján, nos alegramos doblemente de que por fin se haya dado un uso a la antigua Estación, clausurada como tal en 2008. Primero, porque se hace dotando a la ciudadanía de un lugar magnífico destinado a la integración, a la cultura y al fomento de las relaciones entre vecinos. Y segundo (llevándolo un poco a nuestro terreno), porque se recupera arquitectónicamente un edificio histórico y señero del pueblo (de los pocos que por desgracia nos quedan), permitiendo así que 'vuelvan a la vida' sus muros y sus andenes, como recuperados escenarios que podrán perdurar en la memoria de las generaciones actuales y venideras.

Es tiempo ahora de llenar este ámbito tan singular de nuevos contenidos; de que paren en él trenes llenos de viajeros ávidos de cultura, de esos que llevan como único equipaje el placer de la convivencia. Vaya todo el apoyo a CEPAIM por su iniciativa y nuestro ánimo a las muchas asociaciones del pueblo para que aprovechen la oportunidad brindada, ahora que se pone en marcha desde "La Estación de Beniaján" esta locomotora.



Acto inaugural

En la presentación del evento, ha dicho Juan Antonio Miralles, presidente de la Fundación CEPAIM, que necesitamos espacios comunitarios que propicien el encuentro y la participación de gentes venidas de distintos lugares y procedencias. Gentes diversas y heterogéneas por su edad, estatus social, etnia, género, sexualidad o cualquier otra índole, encontrándose e interactuando en un mismo lugar. 

"La Estación" se propone cubrir este vacío y lo va a hacer en Beniaján, que vuelve a ser, otra vez, vanguardia, como otras tantas veces en su historia. Y es que "La Estación" se propone ser un espacio cultural innovador, pues articulará la acción comunitaria y la lucha contra la exclusión social en torno al eje arte-cultura, como terreno de investigación, de intercambio, de ruptura y de creer en lo imposible, como decían los de Mayo del 68: "Seamos realistas: pidamos lo imposible" y "La imaginación al poder".

Pues así, con imaginación, con mucha imaginación, alguien creyó que "La Estación" podía ser este espacio novedoso y atractivo y a su imaginación le echó un poco de ganas y un mucho de esfuerzo, trabajo e ilusión y hoy "La Estación" es una realidad.



Para la inauguración se ha contado con dos exposiciones: la de Dame Coulound, en el espacio 1 y "La Ruta Prometida", de la Fundación CEPAIM, junto con la instalación "La fragilidad de migrar", de Rossy de Palma & Agustín Vidal, en el espacio 2. Además, el primer acto de la inauguración ha sido la acción "¿Vienes o vas?", de la Chimenea Escénica / Cía. Isabel Lavella. El próximo mes (mayo 2013) estará íntegramente dedicado al continente africano y su inacabable diversidad. 

En el Taller de Beniaján nos alegramos de que esta iniciativa prospere y esperamos poder documentar y participar de sus pasos y logros, desde ahora y por mucho tiempo. 


Un primer paso

Frente a la Estación, al otro lado del lecho por donde hasta 2010 se tendían los antiguos raíles, "asistía" en silencio al acto inaugural otro inmueble emblemático de Beniaján: la Casa Pacorro. Tras la vegetación que cubre su vallado y escoltado por las palmeras centenarias que acompañan su inconfundible estampa, el decrépito edificio parecía casi esconderse. Muchos pensamos lo bonito que sería poner también en valor su curiosa arquitectura, antes de que sea demasiado tarde... Ojalá la rehabilitación de la Estación sea un revulsivo y pronto le llegue su turno. Lo mismo que al gran espacio liberado por las vías, idóneo para ser transformado en lugar de paseo y esparcimiento de los vecinos, borrando así, poco a poco, las huellas de la degeneración sufrida por esta zona del pueblo en los últimos años. Un rincón urbano con tantas posibilidades y tan cargado de historia bien lo merece.


domingo, 11 de noviembre de 2012

Haciendo historia

Así se hace la historia: un grupo de gente siente una necesidad y se moviliza para cubrirla.

La necesidad en este caso es de espacio, de un espacio cultural en condiciones para poder seguir llevando a cabo las actividades que acogía la Escuela Popular de Beniaján y que ahora están casi todas en suspenso tras la fuga de agua que afectó al edificio durante el mes de agosto y que impide su uso no sabemos hasta cuándo.

El taller de historia de Beniaján sigue su curso gracias al interés del grupo y del coordinador de la Escuela Popular y a la respuesta positiva tanto del Ayuntamiento de Murcia, que entendió que había que evitar el parón, teniendo en cuenta las actividades que estamos realizando, entre las que se encuentra la preparación de una publicación, como de la Alcaldía de Beniaján, que cedió un espacio donde poder reunirnos. Fue en esta sala donde el día 31 de octubre decidimos hacer un escrito para solicitar al Ayuntamiento de Murcia la cesión de los locales de la que fue hasta el curso pasado la sección infantil del colegio de La Fuensanta, puesto que ahora están vacíos.


Nuestra intención es que ese espacio pueda ser compartido con el resto de talleres de la Escuela Popular y las asociaciones del pueblo, que son muchas y somos plenamente conscientes de que también necesitan un lugar para poder llevar a cabo sus actividades convenientemente.

Con ese objetivo hemos redactado un escrito que haremos llegar a todos los interesados, a través de asociaciones o bien a título individual para que puedan firmar y una vez recogidas las firmas lo llevaremos al Ayuntamiento para entregarlo personalmente a las autoridades con competencia en la materia. De todo ello iremos informando a través de este y otros medios.

Así que ya sabes. Si encuentras un escrito pidiendo tu firma para que la Escuela Popular pueda seguir funcionando, no lo dudes y firma. Porque beneficia a todo el pueblo y por tanto, a ti.

¡Haz historia!. No te quedes al margen.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Albores constitucionales

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Entre 1820 y 1823 se desarrolla un periodo de la historia española en el que se vuelve a adoptar la que había sido nuestra primera carta magna: la CONSTITUCIÓN DE CÁDIZ (conocida popularmente como “La Pepa”). Ésta había sido promulgada en 1812 y tuvo una vigencia inicial de sólo dos años, pues en 1814 se restaura el gobierno absolutista con la llegada al trono de Fernando VII. Será en 1820 cuando se produzca un levantamiento del pueblo a favor de los derechos constitucionales, encabezado por el capitán Riego y su famoso pronunciamiento: «Es de precisión para que España se salve que el rey Nuestro Señor jure la Ley Constitucional de 1812, afirmación legítima y civil de los derechos y deberes de los españoles. ¡Viva la Constitución!». Finalmente, en marzo de 1820, se publica el manifiesto de Fernando VII acatando (a regañadientes) la anterior Constitución y se inicia así el llamado TRIENIO LIBERAL.

Estos tres años estarán protagonizados por la inestabilidad política que trajo consigo, por un lado, el lógico y natural desapego del monarca por el modelo constitucional; y por otro, los constantes enfrentamientos entre quienes consideraban válido el equilibrio de poder entre las Cortes y el Rey que propugnaba la Constitución de 1812, y quienes eran partidarios de redactar una nueva carta magna más reformista. El pueblo, dividido, no supo contener las presiones en bloque de un absolutismo apoyado desde Europa y que tenía al propio rey como cómplice. El ejército de los llamados “Cien Mil Hijos de San Luís”, enviado en 1823 desde Francia para invadir el país, acabó aplacando el liberalismo español y devolviendo el poder absolutista al afrancesado Fernando VII durante los diez años siguientes.

Poniendo la lupa en Beniaján, la proclamación inicial de La Pepa y su posterior  restauración durante el Trienio Liberal, posibilitó la constitución del tan ansiado AYUNTAMIENTO para nuestra localidad; por fin las leyes lo permitían (es más, lo exigían) y Murcia no podría oponerse. Y es que la Constitución de Cádiz contemplaba (en su artículo 310) la formación de nuevos consistorios en aquellas poblaciones con más de 1.000 habitantes, una medida liberalizadora con la que se pretendía romper el centralismo administrativo de los grandes concejos y erradicar el poder ejercido durante generaciones por sus viejas oligarquías sobre el territorio. Beniaján superaba holgadamente en aquel momento los 2.000 habitantes. 

“Art. 310. Se pondrá ayuntamiento en los pueblos que no le tengan, y en que convenga le haya, no pudiendo dejar de haberle en los que por sí o con su comarca lleguen a mil almas, y también se les señalará término correspondiente.” 

Beniaján y muchas otras pedanías del municipio de Murcia se proclamaron villas independientes en aquellos años, pero sólo las más grandes pudieron mantener finalmente su autonomía más allá del Trienio Liberal (Beniaján entre ellas). El continuo estrangulamiento económico ejercido por la capital, contraria a ceder a los nuevos ayuntamientos la parte de las rentas y beneficios que les eran propios, acabó por hacer desaparecer al resto en 1856 y puso fin, hasta la fecha, a la independencia municipal de Beniaján.

Son esenciales estos años dentro de la historia local, no sólo por el establecimiento de la deseada municipalidad, sino por suponer un primer periodo de apertura y avance social entre la clase trabajadora. Los habitantes de la Huerta de Murcia (más que los de la ciudad), eran eminentemente labradores, ganaderos, gentes en su mayoría dedicadas a trabajar la tierra y el ganado de otros, sometidos siempre al poder de señores y terratenientes. La Constitución vigente, aunque todavía parca en derechos, ya garantizaba la igualdad de los ciudadanos ante la ley, los hacía beneficiarios de las contribuciones y, sobre todo, otorgaba soberanía nacional. La Huerta, hasta ese momento un territorio en poder de unos pocos, inicia el lento proceso de reparto de la tierra entre sus arrendatarios que ya se irá desarrollando a lo largo de todo el siglo XIX, acompañado en lo tocante a la propiedad religiosa por la Desamortización de las tierras ligadas a las órdenes monásticas (un tema de mucha enjundia también en nuestro pueblo, que convendrá tratar más en profundidad).


Como curiosidad y muestra del gran impacto que debió suponer para la población la aplicación de aquella carta magna, y más en un término municipal recién constituido como el nuestro, reproducimos a continuación un oficio publicado en el “PERIÓDICO DE LA SOCIEDAD PATRIÓTICA CONSTITUCIONAL”, con fecha 3 de agosto de 1820. Trata de la remisión, por parte del Ayuntamiento de Beniaján a la autoridad provincial, de un llamativo ofrecimiento realizado por el entonces párroco de la localidad a propósito del nuevo orden político instaurado: 

"Para satisfacción de los amantes de las nuevas instituciones, y como un testimonio de obediencia a las órdenes del Rey, se inserta el siguiente oficio del Ayuntamiento Constitucional de Beniaján al Jefe Superior Político interino de esta Provincia:

Excmo. Señor: Con fecha 23 los corrientes, ha dirigido el Cura Párroco de esta Villa D. Mariano Navarro a este Ayuntamiento el oficio siguiente:

Deseando que mis feligreses posean cuantos conocimientos les sea posible de la sabia Constitución de nuestra Monarquía Española y de los decretos del sabio Congreso Nacional de Cortes, he pensado, con el consentimiento de V.S.S. superior permiso, que además de las instrucciones que doy al pueblo en los días festivos al mismo tiempo que le explico la Doctrina Cristiana, en los mismos y por la tarde establecer una sesión pública en la localidad que S.S. tenga conveniente, con el objeto de instruir con particularidad a los labradores y jornaleros de los que se compone este Vecindario, los Artículos que abraza nuestra Constitución; suministrándoles del mismo modo las ideas de agricultura que proporciona nuestro sabio congreso; sin otra recompensa que la satisfacción que resultará a mi Alma de ser útil a la Patria. Espero del celo y patriotísimo singular que distingue este Ayuntamiento, cooperará a este bien conservando el orden y tranquilidad que debe reinar en este acto, como también me franqueará los sabios decretos de Cortes establecidos o que por tiempo se establecieren. Dios guarde a V.S.S. muchos años. Beniaján, 23 de Julio de 1820.

Lo que este Ayuntamiento ha acordado se pase a noticia de V.E. para su inteligencia y determinación, haciéndole presente que de este establecimiento resultará un gran adelanto a estos vecinos; y al mismo tiempo de la exactitud de dicho Cura en el cumplimiento de sus deberes, amor y adhesión a la Constitución, espera grandes ventajas."

En el número siguiente del mismo periódico, con fecha 10 de agosto de 1820, se publica la contestación dada por el Sr. Jefe Político al Ayuntamiento de Beniaján a este respecto; transcribimos un extracto de la misma:

“Una conducta tan poco común, y en que tanto resplandecen el amor de la Patria y manifiesta adhesión a las nuevas instituciones de este R. Párroco lo hacen acreedor a la gratitud de todos los Españoles que aman y desean la felicidad de la Nación, y más particularmente de V.S. y de ese vecindario que sin duda prosperará rápidamente con las tareas de un Pastor tan adornado de virtudes cívicas. Así espero participe V.S. al R. Cura que su conducta me ha sido de la mayor satisfacción, y que no dude cooperaré por cuantos medios estén  a mi alcance a el feliz resultado de sus patrióticos anhelos, sintiendo el no remitirle por ahora la Colección de Decretos que ha pedido a V.S., por no haberse hecho aún su reimpresión; y no dudo que ese Ayuntamiento contribuirá por su parte en cuanto convenga a tan laudable e interesante objeto.”

En resumen, aquel voluntarioso párroco se ofrecía a explicar a los beniajanenses de la época los pormenores del articulado de la Constitución y los decretos de las Cortes, manteniéndoles al tanto de todos sus derechos y deberes. A las autoridades municipales y provinciales les pareció una idea magnífica. Y entenderemos mejor el entusiasmo de D. Mariano Navarro y su afección por las nuevas leyes si tenemos en cuenta lo que decía “La Pepa” acerca de la confesionalidad del Estado: 

“Art.12 La religión de la Nación española es y será perpetuamente la católica, apostólica, única y verdadera. La Nación la protege por leyes sabias y justas, y prohíbe el ejercicio de cualquier otra.” 

Cabe decir aquí que el citado párroco de San Juan Bautista, D. Mariano Navarro y Carví, fue un clérigo muy erudito que trabajó arduamente en la recopilación y clasificación de los libros que hasta aquel momento constituían el archivo eclesiástico de Beniaján. Dedicó años al estudio de los datos que aparecían en los legajos más antiguos, dejando constancia de aquella investigación en notas manuscritas que, aún conservadas, nos describen muchos acontecimientos de la historia local. 

Para finalizar, exponemos una última foto que viaja en el tiempo hasta 1981. Nuestro pueblo salió a la calle tras el golpe de estado del 23F para defender públicamente la nueva etapa constitucional inaugurada en 1978 y que hoy, tan afortunadamente, nos sigue amparando.

 ¡FELIZ 6 DE DICIEMBRE!

miércoles, 23 de noviembre de 2011

¿Es historia?

Muchas veces empleamos el término "eso es historia" de manera coloquial para referirnos a hechos que ya forman parte del pasado, que ya no suceden, que ya no se dan.
Sin embargo, cuando hablamos de La Historia con mayúsculas esta acepción de "tiempo pasado que no volverá" tal vez sea incorrecta.
Posiblemente esta afirmación esté haciendo fruncir el ceño de quien la lee y cuestionarse: ¿cómo? ¿que la historia no nos habla del pasado? ¿entonces qué?
Sí. Efectivamente la historia nos cuenta lo que pasó en un tiempo más o menos lejano pero también nos informa de lo que pasa y lo que pasará. Es decir, un hecho histórico tiene resonancias en el presente y dejará su huella en el futuro.
A lo que voy: no podemos entender la historia como una sucesión de hechos aislados que se pasan uno tras otro y "a otra cosa, mariposa", sino todo lo contrario.
La historia es la ciencia del tiempo y el tiempo es un continuo: el día sigue a la noche como los años a las estaciones y los milenios y a los siglos. No hay interrupciones. Todo está conectado.

Toda esta reflexión viene a colación del artículo que traigo hoy hasta el Blog.
Hoy voy a hablar de un hecho reciente, pues se produjo en 1987 pero lo que nos cuenta esta historia, lamentablemente "no es historia", pues habla de una lacra muy presente aún en la actualidad.
Pero no quiero que caigamos en el error de pensar que esto no es historia porque es reciente pero lo que sea lejano, sí lo será. Y me viene a la cabeza un ejemplo: la guerra es muy antigua pero, lamentablemente también, tampoco "es historia".

Una vez hechas estas reflexiones paso a comentaros la historia de esta foto, propiedad de Antonio Barceló:


La foto es de una "falla" que la Peña El Azahar hizo en 1987 para quemar en la noche de San Juan.
La tradición de hacer hogueras para quemar "trastos viejos" viene de antiguo en el Mediterráneo y está vinculada a los rituales ígnicos de las sociedades agrarias que celebraban los solsticios y equinoccios. Recordemos que el fuego es un elemento purificador, de limpieza y fertilidad para la tierra.

Pues bien, en Beniaján, como en casi todos los pueblos se hacían hogueras por San Juan y la gente hacía pilas de trastos viejos para quemar durante la noche más corta del año.
En los años 80 se construye en Beniaján la barraca de la Peña El Azahar y en esa sede se llevan a cabo diferentes actividades y talleres, como en este caso, un taller de cartón piedra para construir bonitas "fallas" a las que prender fuego en la noche mágica.

Esta foto es interesante por varias razones:

  1. Nos habla de una tradición ahora perdida en Beniaján: las hogueras de San Juan. Y nos explica su sentido: purificar mediante el fuego aquello que no queremos, aquello que nos sobra, aquello que está de más. Y de ahí la temática de esta escultura en cartón piedra: el SIDA.
  2. Nos habla de un movimiento vecinal que comenzó en los años 70 y que tuvo su máximo esplendor durante los 80: las peñas huertanas. 
  3. Nos muestra a un trabajo ciertamente cooperativo, artístico, crítico y creativo de los vecinos del pueblo.
  4. Y, sobre todo, nos da mucha información del contexto en que se hizo: aquel año de 1987.
El tema elegido para la falla no es casual. 
Los años 80 son los años de la posmodernidad, de la consolidación de la libertad después de 40 años de dictadura, de la relajación de las estrictas normas morales y represivas del nacional catolicismo y la proliferación de posturas más abiertas en lo sexual y en el ocio.
Pero la felicidad no podía ser total. Justo en estos años de ilusión y apuesta por la libertad irrumpen dos lacras que afectan sobre todo a los jóvenes: por un lado, las toxicomanías y su reina, la heroína. Por otro lado, el SIDA, una enfermedad de la que se sabía poco y que pronto estigmatizó a prostitutas, homosexuales y heroinómanos. De hecho, todavía hoy hay gente que piensa que está libre de este mal cuando ya es de sobra conocido que los heterosexuales que tienen prácticas de riesgo están tan expuestos como cualquier otro colectivo. 
Muchas familias se vieron afectadas por estas problemáticas que tocaron por igual a gente de toda procedencia y escala social. El drama de ver morir a sus hijos se instaló en varias casas de Beniaján y de cualquier punto del Estado Español. 
Las autoridades tardaron en reaccionar ante todo ello y no es hasta los años 90 que empiezan a hacerse campañas de prevención no sin polémica como aquélla en la que el director del instituto encontraba un condón en el vestuario y todos los alumnos decían ser el dueño, acabando con el "póntelo. pónselo" que seguro muchos aún recuerdan.




Los vecinos de Beniaján no se quedaron cortos en su reflexión ante tal situación y dedicaron la pira de 1987 al SIDA, la heroína y otras plagas, recomendando encarecidamente el uso del preservativo como el mejor medio para evitar el contagio, por lo que ocupa el lugar más destacado del conjunto.

Por último, os recomiendo un documental ("Morir de día", de Laia Manresa) que he visto hace poco y que habla de cómo y por qué irrumpió la heroína (y una de sus consecuencias, el SIDA) entre los jóvenes a finales de los 70 y a lo largo de los 80. Está ubicado en Barcelona y aunque Barcelona y Beniaján tienen pocas cosas en común, el contexto era el mismo y el fenómeno se podría explicar igual para los dos casos.