Esta mañana se ha inaugurado la rehabilitada Estación de Ferrocarril de Beniaján, proyecto que ha llevado a buen término el Centro de Acción Comunitaria Intercultural (CEPAIM) con la colaboración de las tres administraciones y gracias a la cesión realizada por empresa ferroviaria ADIF como propietaria de las instalaciones. El edificio principal albergará desde ahora las oficinas de la fundación, mientras que el muelle y la nave de carga se utilizarán para desarrollar actividades culturales, ofreciendo CEPAIM a cuantas asociaciones y colectivos de nuestro pueblo que lo deseen, la posibilidad de utilizar estos espacios para el encuentro social y artístico. ¡Qué hermosa y apasionante iniciativa!
Resulta además especialmente simbólico que el acontecimiento coincida en este 2013 con el 150 aniversario de la apertura de la primera línea de ferrocarril que pasó por Beniaján (la de Murcia-Cartagena, inaugurada el 1 de febrero de 1863). Quizá sin pretenderlo, lo que hoy ha sucedido se convierta en la mejor forma de conmemorar la efemérides en nuestro pueblo.
Desde el Taller de Historia de Beniaján, nos alegramos doblemente de que por fin se haya dado un uso a la antigua Estación, clausurada como tal en 2008. Primero, porque se hace dotando a la ciudadanía de un lugar magnífico destinado a la integración, a la cultura y al fomento de las relaciones entre vecinos. Y segundo (llevándolo un poco a nuestro terreno), porque se recupera arquitectónicamente un edificio histórico y señero del pueblo (de los pocos que por desgracia nos quedan), permitiendo así que 'vuelvan a la vida' sus muros y sus andenes, como recuperados escenarios que podrán perdurar en la memoria de las generaciones actuales y venideras.
Es tiempo ahora de llenar este ámbito tan singular de nuevos contenidos; de que paren en él trenes llenos de viajeros ávidos de cultura, de esos que llevan como único equipaje el placer de la convivencia. Vaya todo el apoyo a CEPAIM por su iniciativa y nuestro ánimo a las muchas asociaciones del pueblo para que aprovechen la oportunidad brindada, ahora que se pone en marcha desde "La Estación de Beniaján" esta locomotora.
Acto inaugural
En la presentación del evento, ha dicho Juan Antonio Miralles, presidente de la Fundación CEPAIM, que necesitamos espacios comunitarios que propicien el encuentro y la participación de gentes venidas de distintos lugares y procedencias. Gentes diversas y heterogéneas por su edad, estatus social, etnia, género, sexualidad o cualquier otra índole, encontrándose e interactuando en un mismo lugar.
"La Estación" se propone cubrir este vacío y lo va a hacer en Beniaján, que vuelve a ser, otra vez, vanguardia, como otras tantas veces en su historia. Y es que "La Estación" se propone ser un espacio cultural innovador, pues articulará la acción comunitaria y la lucha contra la exclusión social en torno al eje arte-cultura, como terreno de investigación, de intercambio, de ruptura y de creer en lo imposible, como decían los de Mayo del 68: "Seamos realistas: pidamos lo imposible" y "La imaginación al poder".
Pues así, con imaginación, con mucha imaginación, alguien creyó que "La Estación" podía ser este espacio novedoso y atractivo y a su imaginación le echó un poco de ganas y un mucho de esfuerzo, trabajo e ilusión y hoy "La Estación" es una realidad.
Para la inauguración se ha contado con dos exposiciones: la de Dame Coulound, en el espacio 1 y "La Ruta Prometida", de la Fundación CEPAIM, junto con la instalación "La fragilidad de migrar", de Rossy de Palma & Agustín Vidal, en el espacio 2. Además, el primer acto de la inauguración ha sido la acción "¿Vienes o vas?", de la Chimenea Escénica / Cía. Isabel Lavella. El próximo mes (mayo 2013) estará íntegramente dedicado al continente africano y su inacabable diversidad.
En el Taller de Beniaján nos alegramos de que esta iniciativa prospere y esperamos poder documentar y participar de sus pasos y logros, desde ahora y por mucho tiempo.
Un primer paso
En la presentación del evento, ha dicho Juan Antonio Miralles, presidente de la Fundación CEPAIM, que necesitamos espacios comunitarios que propicien el encuentro y la participación de gentes venidas de distintos lugares y procedencias. Gentes diversas y heterogéneas por su edad, estatus social, etnia, género, sexualidad o cualquier otra índole, encontrándose e interactuando en un mismo lugar.
"La Estación" se propone cubrir este vacío y lo va a hacer en Beniaján, que vuelve a ser, otra vez, vanguardia, como otras tantas veces en su historia. Y es que "La Estación" se propone ser un espacio cultural innovador, pues articulará la acción comunitaria y la lucha contra la exclusión social en torno al eje arte-cultura, como terreno de investigación, de intercambio, de ruptura y de creer en lo imposible, como decían los de Mayo del 68: "Seamos realistas: pidamos lo imposible" y "La imaginación al poder".
Pues así, con imaginación, con mucha imaginación, alguien creyó que "La Estación" podía ser este espacio novedoso y atractivo y a su imaginación le echó un poco de ganas y un mucho de esfuerzo, trabajo e ilusión y hoy "La Estación" es una realidad.
Para la inauguración se ha contado con dos exposiciones: la de Dame Coulound, en el espacio 1 y "La Ruta Prometida", de la Fundación CEPAIM, junto con la instalación "La fragilidad de migrar", de Rossy de Palma & Agustín Vidal, en el espacio 2. Además, el primer acto de la inauguración ha sido la acción "¿Vienes o vas?", de la Chimenea Escénica / Cía. Isabel Lavella. El próximo mes (mayo 2013) estará íntegramente dedicado al continente africano y su inacabable diversidad.
En el Taller de Beniaján nos alegramos de que esta iniciativa prospere y esperamos poder documentar y participar de sus pasos y logros, desde ahora y por mucho tiempo.
Un primer paso
Frente a la Estación, al otro lado del lecho por donde hasta 2010 se tendían los antiguos raíles, "asistía" en silencio al acto inaugural otro inmueble emblemático de Beniaján: la Casa Pacorro. Tras la vegetación que cubre su vallado y escoltado por las palmeras centenarias que acompañan su inconfundible estampa, el decrépito edificio parecía casi esconderse. Muchos pensamos lo bonito que sería poner también en valor su curiosa arquitectura, antes de que sea demasiado tarde... Ojalá la rehabilitación de la Estación sea un revulsivo y pronto le llegue su turno. Lo mismo que al gran espacio liberado por las vías, idóneo para ser transformado en lugar de paseo y esparcimiento de los vecinos, borrando así, poco a poco, las huellas de la degeneración sufrida por esta zona del pueblo en los últimos años. Un rincón urbano con tantas posibilidades y tan cargado de historia bien lo merece.